En mi camino hacia convertirme en sex coach online, he tenido la oportunidad de reflexionar sobre mis experiencias, tanto personales como profesionales. A lo largo de los años, he aprendido que amor y sexualidad pueden entrelazarse de maneras complejas y sorprendentes.

Durante muchos años, trabajé en la industria de la sexualidad, lo que me permitió adentrarme profundamente en la comprensión de las relaciones humanas. En ese tiempo, disfruté de una relación estable durante cuatro años, pero esta no estuvo exenta de desafíos. Desde mis inicios hasta el presente, he recorrido un camino lleno de emociones intensas; he amado y desenamorado, y esas vivencias han sido esenciales para mi crecimiento.

Una de las lecciones más significativas ha sido aceptar que a menudo las parejas luchan por comprender mi enfoque profesional hacia la sexualidad. Aunque puede parecer que al principio aceptan mi trabajo, con el tiempo, estas diferencias culturales y sociales se convierten en obstáculos difíciles de superar. He llegado a entender que es fundamental dedicar tiempo a cultivar nuestras vidas afectivas sin que ello implique renunciar a mi pasión por la educación sexual.

Es precisamente esta experiencia la que me ha llevado a formar parte del movimiento de la sexualidad positiva. Mi ambición ahora es ayudar a otros a explorar y mejorar su vida sexual, educando y brindando herramientas para disfrutar de una vida plena. Como sex coach, no solo debo mostrar el camino, sino ser un ejemplo de cómo implementar esos aprendizajes en la vida cotidiana.

Sin embargo, un tema recurrente en mis relaciones es la presión social. La sociedad a menudo juzga y confunde la intimidad con el amor. Me he encontrado en situaciones en las que ciertas expectativas me llevan a ocultar partes de mi vida, lo cual va en contra de mis principios. A pesar de ser quien soy, a menudo lidiar con la percepción ajena se convierte en una carga pesada.

He elegido vivir las relaciones de manera abierta y poliamorosa. Aunque sé que puede ser complicado, estoy convencida de que es posible mantener una visión clara y consciente sobre el sexo y las conexiones humanas. La clave es encontrar un equilibrio y compartir tiempo de calidad.

Hoy en día, disfruto de una relación que me ha brindado grandes enseñanzas. Se inició en París, un viaje que simbolizaba muchas cosas para mí y que coincidía con un momento crucial en mi vida. Aprender a coexistir con alguien con ciertas creencias, que le gustaría desviarme de mi camino. Pero yo sigo fiel a mis ideales, es una práctica enriquecedora.

Dicho esto, al mirarme en esta relación, sigo sintiendo la pulsión de explorar nuevas conexiones. Este deseo no está limitado solo a relacionarme con hombres, sino que también anhelo la experiencia de enamorarme de otras mujeres que compartan mi pasión por la sexualidad positiva. Cada relación me ofrece oportunidades de aprendizaje y me ayuda a expandir mis horizontes.

A medida que continúo este viaje como sex coach, recurro a estas experiencias personales para enriquecer mi enfoque hacia el coaching. Mi meta es promover la salud sexual desde un lugar de autenticidad y empoderamiento, donde todos puedan sentirse libres de explorar sus deseos sin prejuicios ni tabúes.

La vida es un constante aprendizaje, y a medida que continúo creciendo en estos aspectos, tengo claro que mi misión es apoyar a otros en su propio viaje hacia una sexualidad saludable y plena. Gracias por acompañarme en este camino hacia la sexualidad positiva, y espero que juntos podamos descubrir la belleza de conocernos a nosotros mismos en cada paso del proceso.

Puedes reservar una cita gratuita conmigo aqui .