¿Alguna vez te has parado a pensar en qué es un «cuerpo normal» o un «cuerpo guapo»? La verdad es que llevamos años viendo en la tele, en las revistas y en todas partes una misma idea de cómo debería ser la gente. Y si no encajas ahí, parece que «no vales» o no eres atractivo. ¡Menuda faena!

Pero, por suerte, cada vez más gente se está dando cuenta de que la belleza y lo que nos atrae no tiene por qué ser solo una cosa. No hay un molde único para ser guapo o sexy, y eso es una pasada.

Cuando te Gustas Más, Disfrutas Más

Esta idea de que hay cuerpos «normales» y otros que no lo son, nos ha hecho mucho daño. Nos comparamos, nos machacamos y al final, eso afecta a cómo nos sentimos con nosotros mismos y con el sexo.

Pero la realidad es otra: cuando empiezas a aceptar tu cuerpo tal cual es, con sus cosas buenas y sus cosas que no te gustan tanto, todo cambia. Te sientes más seguro, más cómodo en tu piel. Y esa seguridad, esa alegría de ser tú, es lo más atractivo del mundo. La gente lo nota y te lo aseguro, disfrutarás mucho más de las relaciones y de tu propia sexualidad.

Piensa en esto: ¿cuántas veces te has preocupado de más por cómo luces en la cama en vez de disfrutar del momento? Cuando dejas de lado esa presión por ser «perfecto», la cosa fluye mucho mejor. El placer no va de tener un cuerpo de revista, va de conectar, de sentir y de pasártelo bien.

Si te Mola, te Mola. Y Punto.

Y no solo se trata de aceptarte a ti. También va de abrir la mente con los demás. Nos han enseñado a «ver» la belleza de una forma muy limitada, pero si te fijas bien, verás que lo que te atrae de verdad es supervariado. Puede ser una sonrisa, una forma de hablar, cómo se ríe una persona o la confianza que desprende.

No hay un «catálogo» de lo que es sexy. Lo que a ti te pone, te pone. Y no tiene por qué encajar en la cajita que nos han vendido.

Así que, la próxima vez que te mires al espejo o veas a alguien, recuerda:

¡Dejemos de lado las etiquetas y empecemos a disfrutar de la diversidad! Al final, eso es lo que nos hace únicos y, sí, muy atractivos.